Cavilaciones al cierre
Por Rodrigo Contreras (Rech)
Detrás del extravío inerme de las conciencias, hay un páramo que se yergue para liberarse de las sombras, para alcanzar el alba.
¿Somos nosotros? … acaso modestos celadores, humildes viajeros finitos. Inquietas luciérnagas infatigables que pululan y vigilan nerviosas la calidez del insondable mundo o el monocromático sabor de la guerra, la tristeza, el abandono o la soledad.
Somos cazadores de la luz, protectores aguerridos, cuidadores permanentes. Por convivir con ella nos enamoramos también de su alma.
Las personas queremos entender, clasificar, ordenar y reproducir lo que atisbamos por las ventanas de la sapiencia.
Conquistar al indómito y seducir la naturaleza es el grito de acción mientras blandimos artilugios y jugamos a capturar el aura de las cosas con nuestras precarias herramientas.
Deliberadamente el andar es cansino porque nos sabemos leves y frágiles. Tal vez creemos que al congelar un instante allá afuera burlaremos al tiempo y su devenir impostergable.
el cosmos se refleja en los átomos. así como una seta es también un cuásar
A veces somos el último hilo que cierra el vestido y otras somos la madeja inextricable.
Queremos recordar y legar aquella sensación personal y privada con la que los seres nos acercamos al arte y a sus técnicas. hay que volverla impúdica y profana a la vista de todos para que no se atasque ni se pierda en los entresijos mohosos de la memoria y despercuda a los que solo rumian penas.
En estos proyectos fotográficos y artísticos, confluyen rostros, miradas gestos micro paisajes, tradiciones y modernidad y con la firme guía del maestro amable que recorrió aquellos senderos y hoy vuelve a asir tu mano para mostrarte la huella de tus propias fantasías
Llegamos ignorantes y calatos empero nos retiramos pletóricos y satisfechos.